SHEMOT (ÉXODO) 27:20 – 30:10

La parashá de esta semana nos describe cuáles eran las vestimentas sacerdotales; una túnica bordada, unos pantalones de lino, un turbante y un cinturón. El Cohen Gadol (Sumo Sacerdote) debía llevar una placa en el pecho que decía “Santo para el Eterno”, el Efod, que era como una especie de delantal de oro y tela teñida de celeste, púrpura y carmesí y lino fino, y el Joshen, que era un pectoral parecido al Efod, pero con la particularidad de tener incrustadas doce piedras preciosas, cada una representando a una tribu de Israel.
La Torah nos narra que estas piedras estaban distribuidas en cuatro hileras, de esta manera; en la primera hilera iría un rubí, un topacio y un sardio. La segunda hilera tendría una esmeralda, un zafiro y un diamante. La tercera un jacinto, una ágata y una amatista. Y en la cuarta iría un berilio, un ónice y un jaspe. Pero, ¿a cuál tribu corresponde cada piedra? Pues en Javerim Javerot tenemos la respuesta
Empecemos con la primera línea; el rubí (barkat) representa a la tribu de Ruben, el topacio (pitedah) corresponde a la tribu de Dan, y el sardio (odem) pertenece a la tribu de Simeón.
En la segunda línea encontramos la esmeralda o turquesa (nofej) que pertenece a la tribu de Levi, el zafiro (safir) que corresponde a la tribu de Isacar, y el diamante (iahalom) que representa a la tribu de Zabulón.
La tercera línea contaba con el jacinto u ópalo (leshem) representando a la tribu de Judá, una ágata (shebó) correspondiente a la tribu de Gad, y una amatista (ajlámah) para la tribu de Neftalí.
Por último, en la cuarta línea, encontramos el berilio (tarshish) que representa a la tribu de Asher, el ónice (shoham) correspondiente a la tribu de José, y el jaspe (iashfeh) por la tribu de Benjamin.
Ahora sí, la próxima vez que te pregunten (o te preguntes) a cuál tribu corresponde cada piedra, ya tendrás la respuesta.