
Luego de la muerte de Nadav y Abiu, los hijos de Aharón, el Eterno dice que no se puede entrar al Lugar Santo todo el tiempo y que sólo lo puede hacer el Sumo Sacerdote (Cohen HaGadol) una vez al año, en la festividad Iom Kipur.
En esta parashá se nos muestran todos los rituales que correspondían para este grandioso día.
Nos dice la Torá que se tenían que llevar dos korbanot (ofrendas) y el Sumo Sacerdote tomaba dos papeles; en uno decía “para Hashem” y en otro “para Hazazel”. A cada chivo le correspondía uno; el papel que decía para Hashem era ofrendado al Eterno y el que decía para Hazazel era enviado por el desierto y caía por un barranco.
Escuché una maravillosa reflexión del Rab. Mordejai Tussie al respecto: “Los dos chivos tenían que ser muy similares en tamaño y en su forma, casi iguales en todo. Pero, ¿qué representan estos dos Korbanot? En la vida tenemos libre albedrío, todo en la vida puede ser positivo o negativo, todo lo usamos bien o lo usamos mal. Donde nos fijemos, en todo lo que Hashem nos da podemos ver lo bueno o lo malo. Eso es lo que representa esta Parashá. Aunque haya similitudes, aunque las cosas parezcan iguales (como los dos chivos del Korbanot), tenemos que saber escoger. Pero si analizamos con sabiduría y detenimiento, podemos ver la diferencia y escoger correctamente”.
¡Que enseñanza tan maravillosa!, la importancia del libre albedrío, la oportunidad de elegir, de tomar decisiones, la libertad de escoger.
Todos tenemos la capacidad de decidir y elegir lo mejor posible para la vida. Aunque los caminos parezcan similares, los resultados siempre serán muy distintos.
Que Hashem nos dé la sabiduría y el entendimiento para saber siempre escogerlo a Él y Su camino.
¡Shalom Ubrajot!