
Todos queremos tener un matrimonio perfecto, pero no es así. Definitivamente hay momentos buenos y otros no tanto, donde se presentan muchas cosas que se deben mejorar. No siempre estás con el mismo ánimo para atenderte a ti o a tu pareja, te dejas afectar por situaciones externas, por el trabajo, por los medios de comunicación, los hijos, los nietos, etc., cosas que nada tienen que ver con tú cónyuge. Luego, cuando te calmas, reaccionas acerca de lo sucedido, de las explosiones o enojos que te sacaron de casillas y realmente deseas reparar el daño causado, volver a la normalidad o estar mejor que antes.
Para superar situaciones como estas, quiero compartir contigo unos tips que leí en un boletín de “El árbol de la vida”, los cuales espero sean de gran ayuda.
¿Cómo amar a tu esposa?
“Muy a menudo, una mujer siente la necesidad de conversar con su esposo, esperando que ambos se abran emocionalmente y compartan sus sentimientos. En este tipo de conversaciones emocionales, uno expresa lo que le molesta o le duele como una forma de relajarse y liberar tensiones. Al unir los conflictos, en estas conversaciones no se busca una solución a los problemas, sólo alivio y apoyo. Cuando una esposa se abre emocionalmente, lo que necesita de su esposo es que la escuche atenta y empáticamente, y que haga el mayor esfuerzo por comprenderla. Este tipo de conversación terapéutica ayuda a la mujer a sentirse comprendida, esto es apoyada y validada en sus sentimientos. Y así se siente amada por su esposo”.
¿Cómo amar a un hombre?
“Para la mayoría de los hombres, el objetivo de una conversación en la que se discute un problema o un conflicto no es compartir emociones o relajarse, sino encontrar una solución a esos problemas. En el mundo de los hombres, no se comparten las emociones cuando quiere desahogarse. ¡Todo lo contrario! Para un hombre, abrirse y articular sus problemas puede ser como una tortura psicológica. ¿Por qué? Porque cuando un hombre habla de sus problemas los vuelve a vivir. Cuando un hombre está tenso necesita relajarse en privado y en silencio en alguna de sus cuevas psicológicas. ¿Cómo? Haciendo algo que pone a su mente en piloto automático y lo distrae de su problema, como escuchar las noticias, ver un evento deportivo, etc. Este espacio privado lo ayuda a dejar de pensar en su problema y de esta manera lo ayuda a sentirse más aliviado. Así, cuando su esposa generosamente le brinda este espacio y lo ayuda a relajarse a su manera, el esposo se siente agradecido y amado”.
Lo que se necesita aquí es comprensión y fortalecimiento del vínculo amoroso. Como está escrito: “Huye del mal y haz el bien, busca la paz y síguela”. Tehilim (Salmos) 34:15.
¡Shalom Ubrajot!